El mundo de las series de televisión nos ha brindado joyas que han marcado generaciones enteras. Uno de los grandes referentes en cuanto a dramas policiales es sin duda «Law and Order», una serie que ha dominado la televisión desde su lanzamiento en 1990. Ambientada en la ciudad de Nueva York y siguiendo a policías y detectives que trabajan en casos escalofriantes semana tras semana, ha inspirado numerosos spin-offs a lo largo de sus más de 30 años en antena. La percepción general sobre «Law and Order» ha cambiado a lo largo de las décadas, pero aún así, mucha gente sigue sintonizando para ver el último caso.
Un legado polémico
Si bien «Law and Order» ha sido aclamada como el estándar de oro de los dramas policiales, no está exenta de controversias. Algunos de los primeros episodios resultan ser completamente inadecuados para ser vistos en la actualidad. La serie ha sido objeto de críticas por su forma problemática de presentar a personajes y tramas, especialmente en las primeras temporadas.
Una cena familiar con los Reagan: un gran acontecimiento para un actor fijo de Blue Bloods.En el episodio 1 de la temporada 2, titulado «Confession», el Detective Mike Logan logra que un sospechoso confiese amenazándolo con un arma, un ejemplo especialmente grave de justificar cualquier cosa que los policías hagan en el trabajo. En ocasiones, nuestros supuestos héroes parecen tener dificultades para relacionarse con las víctimas. En «Out of Control» de la temporada 2, varios oficiales hablan de forma despectiva sobre una víctima de violación. Esta tendencia empeora en «Discord» de la temporada 4. La serie también muestra una relación incómoda con la raza, como se ejemplifica en episodios como «Trophy» de la temporada 6. No hay problema que la «Law and Order» inicial no presente de manera problemática, por lo que podría ser mejor olvidarla por completo.
Una evolución necesaria
A medida que la sociedad ha ido evolucionando y exigiendo representaciones más inclusivas y respetuosas en los medios de comunicación, «Law and Order» ha tenido que adaptarse. Los últimos años han visto un cambio en la forma en que se abordan los temas sensibles en la serie, con un mayor enfoque en la diversidad y la empatía hacia las víctimas. El papel de la policía y su relación con la comunidad también se ha vuelto más crítico y reflexivo, reflejando las demandas por una reforma policial más profunda en la vida real.
Es evidente que «Law and Order» ha tenido que enfrentarse a su legado problemático y trabajar para redimirse en la era actual de la televisión. Aunque sigue siendo un referente en el género de dramas policiales, la serie ha tenido que adaptarse a los tiempos actuales para seguir siendo relevante y respetuosa con su audiencia. La evolución de «Law and Order» es un ejemplo de cómo las series pueden aprender y crecer a lo largo de los años, manteniéndose fieles a su esencia pero también siendo conscientes de la importancia de reflejar la diversidad y la inclusión en la pantalla.
La molestia de Danny Reagan hacia Baez en la temporada 14, episodio 6 de Blue Bloods.